martes, 3 de febrero de 2009

Embalando obras


Se van, luego de varios meses de bailar conmigo, luego de posar, sonreir y actualizar lazos. Se me cruzan por la cabeza unos lentes de contacto, unos ojos celestes y una perrita de pasado oscuro. Esta exposición decidirá rumbos y marcará puntos de partida, vivirla fue más que gozar de Dalí, Renoir o Rodín, fue encontrar un espacio y un tiempo en el que me he sentido cómoda como en casa gracias a unos lentes de contacto, unos ojos celestes y una perrita de pasado oscuro. Al igual que las esculturas yo también me voy, amenazo con un retorno dispuesto a mejorar mi suerte.

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