domingo, 21 de junio de 2009

niebla

Hopper, Morning Sun Shine, 1952


Una pena tibia se ha deslizado connmigo hoy a través de las horas de este domingo sereno. Pena ligera, como anís por la garganta, como lectura de best-seller, o como la fina capa de polvo en mi corazón de hija. Dió algunos hincones en las palmas de mis manos y en los hoyuelos de sonrisas protocolares. Hizo que la luz de la felicidad ajena fastidie mis ojos y tuve que desviar miradas al techo gris pues hoy no hubo tiempo para recuerdos ni lugar para ceremonias.

Pero pena ligera al fin y al cabo, por momentos la olvidé debajo de mi blusa y sonreí con sinceridad por alguna estupidez.




1 comentario:

Pepefina dijo...

Amore mío, cuándo nos vemos?
[oye conchi cómo es eso que en 19 años? o sea que en 20 ya no me querrás y renegarás de mi con las asquerosas futuras funcionarias del inc?, jajajaja]