martes, 29 de marzo de 2011

Me pareció estar segura de no saber qué hacer si te aparecías de pronto. Tantas cosas... tantos anhelos falsos... Es posible?... Aún no puedo terminar mis frases. Realmente no podría hacer otra cosa que agradecerte, claro, claro, blah, blah, hay un llanto extraño entre mis pechos y es tristeza y no lo es. Yo sé que no he perdido mis colores, pero he ganado tonos oscuros.
Qué párafo tan ridículo, al final no importa, esto pasará en unos diez minutos, diez, sólo debo mantenerme cerca del teclado, lejos de la puerta y contraer el corazón hasta que la nube se vaya, se vaya, se va, por mi ojos, se deshace en agua tonta, y es tristeza y no lo es.

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