lunes, 9 de agosto de 2010

Jaja, la pobre a veces quiere decirte "¡no me importa tu silencio!", pero no puede, piensa:"¿como hacen los mentirosos para gritar sus huevadas?". Perdónala, no está muy bien de la cabeza, el otro día se detuvo a hablar con un gato, y ya es la tercera vez que le sorprendo riéndose sola. Yo a veces la rechazo, a veces preferiría no tener que lidiar con ella, tengo mucho qué hacer. Pero bueno, no lo puedo evitar. Tú sí.

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